Tenet

Tenet representa un mundo egoísta regido por la simetría, donde ocho personas viven bajo las estrictas normas de la armonía, la perfección y la belleza: recorridos definidos geométricamente, movimientos acompasados en el tiempo, interacciones preestablecidas. Un espacio sin capacidad de improvisación donde el individualismo o trabajo en pareja parece ser lo establecido, no existe el conjunto, el colectivo.

Pronto, la armonía se vuelve aburrida, la perfección se vuelve monótona y previsible, lo que era bonito pierde su encanto. Se despierta la conciencia colectiva e impulsa al grupo a esforzarse por romper el molde y alejarse de la simetría, introduciendo pequeñas modificaciones en su realidad que conducen a la diversidad y a la evolución.

Desde la antigüedad, la humanidad ha querido definir las normas del mundo en el que vivimos, encontrando en la simetría una cuadrícula donde encajar la naturaleza. Pero, ¿estas reglas representan la realidad o únicamente responden a nuestra necesidad de definirlo todo para tener la sensación de control? ¿No podemos aceptar la diversidad como tal sin tener que categorizarla? Todas las excepciones demuestran que la regla de hierro no siempre se aplica, especialmente cuando se trata de relaciones humanas. ¿No hay belleza también en la diversidad? ¿Quién somos dentro de un algo más grande?

El colectivo reescribirá las normas establecidas para compartir una experiencia heterogénea, discordante y polimórfica, dando paso a un espectáculo de formato medio, diseñado para ser representado tanto en calle como en sala, con una duración aproximada de 50 minutos y destinado a audiencias de todas las edades.

Tenet pretende mostrar la fuerza del grupo, la unión de los individuos que dan paso a un ente aún mayor, la comunidad.